martes, 18 de diciembre de 2018

Os cuento mi experiencia sobre Berlín y el mundo celiaco-SG

¡Hola! Por fin, tengo un ratito para escribir en el blog. Aunque actualizo de vez en cuando las redes, el blog lo tengo un poco abandonado. Por eso, quería retomarlo con la experiencia que tuve en Berlín hace dos semanas en el mundo celiaquil-SG. 

Creo que, como cualquier persona que tiene un problema con el gluten y necesita realizar una dieta estricta, planificar un viaje al extranjero debe llevarte una parte del tiempo que vas a dedicar a preparar el viaje en general. Lamentablemente, el desarrollo en el tema celiaco-SG que tenemos en el extranjero (a no ser que vayas, por ejemplo, a Londres o Italia), al contrario que en España, es bastante mala. Tenía bastante claro este concepto pero pensaba que Alemania tendría más en cuenta a los celiacos-SG pero al informarme en blogs de experiencias, he visto que no y vaya que si lo comprobé... 

Con esto no quiero decir que me quedara sin comer, siempre tenemos la opción de comer frutas, verduras o carnes compradas en cualquier mercado, es decir, productos naturales que no han sido procesados. Me refiero a la situación del etiquetado en supermercados y la oferta de restaurantes que hay en la ciudad. 

Nuestra planificación fue la de hacer una comida fuera del apartamento y otra dentro, hecha por nosotros.

Los restaurantes a los que he ido no son ninguna novedad, navegando por la red y buscando en blogs puedes hacerte con unos cuantos y la mayoría de los blogs coinciden en muchos de ellos. Yo utilicé la guía del blog "Disfrutando Sin Gluten" de Helena Orsés, os dejo los enlaces DSG: Berlín sin gluten I DSG: Berlín sin gluten II

El primer día, recién bajados del avión, quisimos probar un obrador 100% sin gluten situado lejos del centro llamado Likke para llenar un poco el estómago. Nuestro gozo en un pozo cuando no lo encontramos por ninguna parte y al meternos a Google ponía "cerrado permanentemente". Con el chasco, buscamos alrededor para ver si había alguno más y nos encontramos con "Aunt Benny". En este establecimiento pudimos disfrutar de un sandwich, a mi juicio un poco caro pero rico. Para comer, elegimos ir al norte de la ciudad a Burguerie, un pequeño local donde hacen unas hamburguesas deliciosas y pude disfrutar de cerveza sin gluten.


Para merendar, decidimos probar un obrador que había justo al lado, llamado Jute Backerie, en el que todos sus productos son sin gluten y además están muy muy buenos. Me gusta mucho el chocolate y pedí brownie y cookie de chocolate.

Después, tuvimos que hacer la compra para llenar la nevera del apartamento. Yo llevé en el kit previsor una hogaza de pan gallego que había comprado el fin de semana de antes en el Festival del Celiaco. Los supermercados que teníamos más cerca eran Aldi y Lidl. El producto bio o vegano está muy bien marcado pero, por lo demás, no encontré mucho marcado sin gluten. Encontré fiambre en Lidl para poder hacerme unos bocadillos para las excursiones, concretamente pechuga de pollo, sin embargo, el jamón serrano no lo encontré etiquetado. Para lo demás, escogimos productos naturales como huevos o salmón. 



Quiero terminar esta primera parte de mi viaje con una reflexión. Lo que tenemos en España es envidiable, restaurantes seguros y certificados por un ente que controla la contaminación cruzada y que se preocupa de formar a los empleados de los lugares certificados, una cadena de supermercados que etiqueta los productos como "sin gluten" según proceda... Berlín es una ciudad bastante grande y avanzada para tener controlados estos temas, sin embargo, no hay la misma oferta que puede haber en Madrid. Sigamos exigiendo restaurantes certificados y el etiquetado sin gluten.

Un saludo y el próximo día más!